Qué lindo artículo Fran! Muy bien escrito y con una gran simplicidad y claridad de contenido. Cada punto no solo encierra sabiduría sino una gran sintonía en referencia al conocimiento de gran parte del universo femenino, misterioso y por momentos, inasequible. Desde mi lugar de pertenencia al género, aporto un punto más, si me lo permites: Aprender a decir NO, y ser feliz sosteniendo la negativa…Verás, la mayoría de las mujeres hemos sido criadas para la entrega y el servicio, es decir, se nos “toma por sentado” muchas veces y se “naturalizan culturalmente” muchos de nuestros esfuerzos en tiempo, dinero, energía y entrega a quienes así lo solicitan. Nos es muy difícil poner límites en todos los ámbitos, inclusive, por supuesto, a nosotras mismas. Una buena forma de lograrlo es despolvar culpas inútiles, atávicas y retrógradas, y colocarnos “orgánicamente” y con mucha alegría al servicio de nuestra propia felicidad. Para eso, decir que NO con mayor frecuencia nos brinda una bocanada de aire fresco, a la cual el alma femenina siempre da la bienvenida, pues se beneficia enormemente con cascabeles y risas que salen directamente de nuestro corazón de niñas. Un abrazo, Mónica
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